Un pequeño lugar... [ Un pequeño rastro ]

Trozos de vida, trozos de sueños, trozos de historias y de anhelos... Todos, reunidos en éste pequeño lugar. Marquemos caminos, dejemos rastros... Pequeños o grandes: los recuerdos se vuelven inmortales.

Pero han cerrado el paraíso a cal y canto... Debemos dar una vuelta al mundo para ver si se han dejado abierta una puerta trasera. (HEINRICH VON KLEIST, Sobre el teatro de Marionetas)


Rincón del Poeta.

Quisiera hablar de ti a todas horas en un congreso de sordos,
enseñar tu retrato a todos los ciegos que encuentre.
Quiero darte a nadie
para que vuelvas a mí sin haberte ido.
Extracto: "Otra carta" - Jaime Sabines

Poesía Lésbica

La vida sin ti es una cosa sin sangre, sin razón alguna. Tú eres [mi casa] ,mi hogar, tú misma. En ti está mi centro.
(Y el solo quererte me purifica). Ella es el abandono, la confianza completa.

Gabriela Mistral - Niña Errante [Cartas a Doris Dana]

Y si Camille hablara, qué diría?





¿Cuándo y cómo me di cuenta que te amaba?

Parí tu amor sin estar embarazada, no me dí cuenta, de pronto un día ya mi corazón lo guardaba y crecía y también por ahí lo quiso arrancar, pero nos domesticamos ahora tenemos necesidad la una de la otra, serás para mí única en el mundo y seré para ti única en el mundo. Han sido muchos detalles, Te amo tanto.

¿Cuándo? Siempre
¿Cómo?
Que regalos más sencillos y dolorosos tengo en la piel.
Música, olores, sabores, risas, cuentos, cartas, miradas, bailes, flores, sueños dedicados sólo para mí, promesas, y el regalo más impresionante, que cambiaría mi vida, por el cual escribo y aún sueño un regalo que decía “Para mí”, Tú, tú mi regalo, mi anhelo, mi ilusión, mi pasión, mi despertar, mi risa y mi sonrisa, mi calidez, mi paciencia, mi entrega, mi sencillez, mis recuerdos, mi corazón, mi soledad, mis suspiros, mi complemento, tú mi mar arenoso, mis cerros cubiertos de amapolas, mi mirada sorprendida ante la belleza, lo tibio para lo helado, mi eternidad, mi razón y mi locura, mi voz y mi silencio, tú, mi tierra donde descansaré cuando te enteres que el regalo más preciado de mis ojos vive fuera de mí.

Entre las luces más bellas duerme intranquilo mi amor porque en su sueño de estrella me paso en tierra el dolor mas si yo pudiera hacerle miel de abeja en vez de sal a que tentarle la suerte que valiera su soñar.
Mi Isabella ¿qué más queda me pregunto yo? Vivir, Soñar, Amar, ¿Serás lo que tanto busco? ¿Vale este amor un sueño? ¿Resistirá mi corazón todo lo que mi cabeza piensa? Los ritos son necesarios.

Había una vez, en un país muy lejano... una chica llamada Isabella:




Isabella pasaba horas y horas cantando bajo los árboles, se acomodaba en un viejo tronco, cerraba sus ojos y dejaba que sus pensamientos fueran llevados por la música que creaban las aves de aquel bosque... Ella sólo pretendía poder respirar, respirar la esencia de aquel lugar y llenarse completa de aromas ajenos a los propios.
Isabella, que era una chica afortunada por tener todo aquello que pedía, no conseguía ser feliz... se sentía tremendamente incompleta, pués veía como al llegar de cada otoño las hojas de los árboles comenzaban a ceder ante la fuerza del viento y el color rosa de las flores ahora había dado paso a muchos tonos dorados. Pero, no era ésto lo que inquetaba el corazón de Isabella, sino esa eterna soledad a la que no lograba acostumbrarse por mucho tiempo que llevara sintiéndola.
Así pasaba sus días... tranquila, sumida en una soledad abrumadora, que tan sólo a veces parecía confortarla. Un día, después de ver muchas flores caer víctimas del viento, decidió dar un paseo, le habían contado de un lago maravilloso que nacía en tierras muy lejanas y que terminaba muy cerca de donde ella se encontraba. En efecto, era un paisaje increible, de esos que la gente suele poner en sus postales, asique Isabella se sentó junto a aquel lago y perdió su mirada en él, intentando encontrar el comienzo de aquel paraíso, o tal vez, intentando encontrar un remedio a tanta soledad. Creyó que su anhelo le jugaba una cruel broma al ver como se dibujaba una silueta a lo lejos, por unos segundos nisiquiera pestañó y dudó de su cordura, siguió mirando incansable... Se hacía tarde y la figura apenas y se veía un poco más grande, pero eso no importaba, sus latidos se hacían fuertes... ¡Había pasado tanto tiempo desde la última vez que un forastero pasaba por ese pueblo solitario!... Esperó... pasaron horas, muchas horas en las que no pudo hacer otra cosa más que mirar como la figura se acercaba, sentía unas ansias espantosas... Se puso de pié y comenzó a caminar por la orilla del lago, en dirección a la figura, quería ir a su encuentro, sus ansias crecían y sus piés se movían más de prisa, llevaba casi un trote, luego comenzó a correr... se desesperaba!, y mientras más corría más lejos parecía estar, corrió con todas sus fuerzas al encuentro de la figura, no miraba hacia atrás ni por un segundo, jamás se detuvo a pensar en lo que hacía, solo correr la hacía libre... libre para olvidar el otoño y las flores cayendo!... De pronto, se detuvo bruscamente y se quedó muy quieta, pudo sentir a la figura en frente suyo, pero no pudo darle una forma humana, no reconoció qué era... su respiración se detuvo también, pero su emoción y sus ansias aumentaron a niveles desbordantes. Lo siguiente que vió fue el baile del cabello de otra chica guiado por el viento... y fue lo más hermoso que vió en su vida!... esa imágen fue seguida por un aroma extrañamente peculiar que le hacía sentir como en casa. Miró a su alrededor... era el mismo viejo tronco, el mismo otoño, el mismo árbol y las mismas flores cayendo de él... Pero ésta vez, las flores no caían al suelo para formar parte del ciclo de la vida... ésta vez las flores caían en el pelo de una chica, en las manos de la chica, en sus ojos, en sus labios...
Isabella nunca vió un ser tan mágico, y doy fé de que no espera hacerlo... Ese momento se hizo eterno! Isabella había quedado sin palabras porque sabía en el fondo de su alma quién era ésta chica. Su nombre era Camille y se habían conocido "una vez, en un sueño".
Isabella quedó perdidamente enamorada de Camille, y desde entonces, cada otoño, Isabella espera bajo el mismo árbol a que Camille venga desde tierras lejanas a sentarse junto a ella y atrapar flores para darles un nuevo destino. Vale aclarar que Isabella ya nunca más volvió a sentirse sola.

No te olvides de mi...

Sintiendome un poco más Isabella cada vez, estoy sentada junto a mi ventana viendo anochecer, el vaivén de los árboles parece estar en dulce armonía con el viento. Aires nuevos llegan a mi... Aires para pensar y escribir.

Camille:

Mis ojos ven en sepia todos aquellos lugares que recorrimos juntas (fue una vez en un sueño, lo recuerdas?, tu llevabas un vestido blanco y el viento jugaba con tu cabello; yo, por mi parte no podía dejar de mirarte, mis ojos habían quedado fijos en los tuyos para siempre) y sólo he logrado sacarle tristes acordes a mi piano, hace mucho que mi taza de café descansa... espera rozar mis labios... igual que yo espero rozar los tuyos. Te espero incansable, mi amor te espera incansable, pero si supieras como matan aquellos recuerdos, como pesa mi sangre cuando no estás aquí, como duelen mis labios y como mi rutina se vuelve un caos.

Respiro... hondo... LLeno mis pulmones de ausencia, de paz que duele, que lastima cada célula de mi cuerpo y que apaga el brillo de mi voz.

Respiro... y una brisa de aliento me lleva a la reflexión: cuando se ama, se espera.
Yo te espero, pero... harás tu lo mismo?, cómo puedes esperar a quién no conoces aun?, supongo que eso es lo que te hace ser mágica, lo que te hace ser mi "Camille".

Siempre he estado llena de idealismo y el temor de que seas solo un anhelo es algo latente, no tengo pistas, lugares o personas que me lleven a ti, que me digan que existes... Sólo tengo tanto amor!

Respiro toneladas de aire fresco, siento el perfume de los cerezos en flor, inhalo hondo para llenarme de ti, para impregnarme de ti, para que sientas mi afán y no me olvides!

Dejo mi sillón y corro a la ventana, la abro de par en par y grito a todo pulmón tu nombre!, Si, ahora se que existes, sé que mi espera será larga, pero no te busco, yo sólo te espero.

Bambina - Lara Fabian



Sé que muchas veces éste blog podría parecer dedicado a Lara, pero ella ha inspirado muchos de mis escritos.

Palabras a Camille




Tanto llevamos haciendo lo mismo y aun puedes sorprenderme tanto,
aun me gustas como el primer día,
aun traes calidez a mi corazón,
aun te admiro como ese día... como aquel día.

Como siempre tu cuerpo oliendo a rosas y jazmines!
sabía a rosas y cerezos... habita mis recuerdos como rosas y almendros.
Tan suave y diáfana como la nieve.
Como siempre tu vientre semejaba asusenas y los lirios perdían su elegancia ante tu belleza nocturna...
Y tu reflejo? oh, que hermoso paisaje el de la luz de la luna apoyada sumisamente en tus senos!
Rompiendo fronteras incluí tu cuerpo un poco en mí, llegando a senderos prohibidos por la sociedad, pero tu sexo era más grato que los jardines de Viena.
Bebí tu esencia lento al principio... incorporando en mi cada espacio de ti. Cada vez era más dificil controlar mi respiración y mi lengua seducía tus impulsos cada vez más rápido y más fuerte... contagiada de mi pasión desbordante, aparecían en ti los primeros gemidos... gemidos de esos labios que hoy son el motivo de mi vida.
Noté tu respiración agitada victima de mis movimientos, tus manos temblorosas se mezclaban en mi cabello y las mías no paraban de acariciar tu cuerpo que se retorcía impetuosamente.
Sinfonía de besos, seguidos por un escándalo de miedos superados por los vidrios empañados de ternura.
Como siempre hoy te amo más que ayer,
como nunca te espero en ausencia de realidad y te pienso con cáncer de nostalgia.
No me pidas que pare, no me pidas un amor común, pues yo misma no soy una persona común,
pideme la muerte inmediata, pero no me pidas dejar de rozarte con mis ojos, no me pidas dejar de anhelarte entre suspiros y dejar de mojar mis sábanas deseandote... No quiero dejar de tenerte!
Siento tu cuerpo cansado... he decidido darte paz, aunque ha sido una decisión forzoza.
Tu deseo ha llegado al límite: no has dejado de gemir, tu cuerpo está enso, lo siento bajo el mio que aun te desea como al principio.
En un acto de piedad y con una sonrisa en mis labios beso tu cuerpo,
no existe mayor dicha que oirte, no hay mayor delicia que tenerte asi, justo asi...
Deslizo mis manos entre tus piernas, conciente de mis dedos pequeños, acaricio cada rincón de tu humedad, quiero que sientas mi tibieza en tu interior, quiero que te sientas unica y especial porque para mi eres el sol, todas las aves en un solo vuelo, siendo yo misma un ave enjaulada.
Cuando mi pelo roza tus senos, entonces yo recupero la libertad...
y todos los soles se vuelen oscuros en tus ojos.
Tus muslos rígidos anuncian la llegada del final... se respira libertad!
Mi lengua disfruta tus parajes profundos, tus gritos se vuelven melodías y tus movimientos dan pauta a sonetos de amor consumado.
Pongo todas mis energías, sé que ya no puedo amarte más, que he llegado a mi límite... no por falta de creatiidad, no por falta de sentimientos... sino por exceso de admiración y no saber como tocar tan preciado tesoro... más... quiero continuar así un millón de años.
El agotamiento te ha vencido, un grito de placer da paso a caricias tiernas.
Ha sido un orgasmo como hace mucho no tenías.
Yo... por mi parte, he vuelto a volar.

En el inicio de los tiempos...

¿Una descripción rápida acerca de lo que podrán encontrar aquí?

Bueno, Isabella y Camille son personajes que nacieron desde lo más profundo de mi, siendo Isabella un alter-ego de lo que yo misma soy, una pizca de anhelos y otro tanto de ensueños. Camille, por otra parte, es esa mujer que idealizamos, la que esperamos sin buscar, la que tiene muchos rostros a lo largo de la historia, la que tiene mil nombres y la que es todas las mujeres en una mujer; por esa razón me he permitido escribir historias muy diferentes con los mismos "personajes", ya que más que personas, ellas son sentimientos y como todas sabemos, los sentimientos cambian.

No son necesariamente historias "reales" o cercanas a mi vida, muchas de ellas son idealismos, espejismos... No necesariamente ellas son humanas, no necesariamente debemos obedecer a un orden lógico, no necesariamente viven en éste mundo... Ellas van aprendiendo a amar, a esperar, a ser quienes son cuando quieren serlo, ella están siempre sumidas en un mar de caras.

¿Para qué?

Mi objetivo es tener un lugar donde mi alma pueda ser libre, donde éstas creaciones cobren vida y ayuden a más personas. Quiero que exista una retroalimentación con más escritoras. Vale resaltar que soy estudiante de Biología Marina y que el humanismo no es lo mío, jamás he estudiado literatura ni nada parecido, por lo que soy solo una aficionada con mucho que expresar, asi que no busquen profesionalismo en mis letras.

Idealmente es un blog creado para mujeres lesbianas, pero estoy feliz de compartirlo con todas aquellas personas que tengan algo que decir. Apelo al respeto y a los buenos tratos para mantener un aire armónico.

Con mucho que agregar y esperando poder hacerlo,
Se despide Atte,

Isabella



Una de muchas.

Camille había dado el primer paso, estaba detrás de Isabella, absorbiendo su esencia desenfrenadamente, respirando el dulce aroma de la chica y llevandose todos sus años de niñez. Se enredaba en su cabello, acariciaba su piel y posaba sus labios sobre los hombros de Isabella, Isabella apenas podía sentir el contacto de esos labios, pero definitivamente podía sentir un fuego, ese mismo fuego que noche tras noche la envolvía al pensar en aquella mujer que le robaba la vida. Sentía como su respiración se agitaba despiadamente e incluso podía sentir los pechos erguidos de Camille en su espalda.
Una atmósfera confusa y cargada de emociones contradictorias, llenaban el lugar... Una atmósfera que le impedía a Isabella pensar claro, y que la obligaban a ceder ante la fuerza con la que su amada la apretaba contra su cuerpo, y como la recorría por completo, con un roce único, casi imperceptible. Isabella dejó de respirar algunos segundos, su cuerpo se tensó: cada uno de sus músculos se volvió de piedra y su corazón parecía querer escapar de su pecho... sintió como sus brazos y piernas temblaban semejando castañuelas...
Una voz repentina apagó los cálidos sueños de Isabella y se vió de pronto rodeada de realidad...
Lo único existente era ella y las palabras de Camille, pidiéndole que saliera pronto del baño porque se le hacía tarde para llegar a la oficina... Isabella tardó un tiempo en reaccionar, pues no quería aceptar que todo lo ocurrido, no había sido más que una de sus alocadas fantasías...

Y esque Isabella sabía que Camille era tan sólo un recuerdo hipotéticamente lejano, pues entre ellas se había interpuesto un ice-berg de frustraciones y rutina, que habían matado cada instante de felicidad, cada mariposeo en el estómago y cada intención de verse guapa... Ya nada de eso importaba, hace años que Camille había dejado de usar tacones, de maquillarse y hasta de decir “te amo”, ya no llegaba a las citas con Isabella y los “te extraño” eran cada vez menos frecuentes. Por su parte, Isabella seguía soñando con aquella mujer de la cual estaba enamorada, aun podía sentir el aroma de Camille en su ausencia, recordaba su voz a cada minuto y extrañaba su presencia en la cama cada vez que Camille debía irse lejos por trabajo... Ahí quedaban sus sueños y añoranzas, ahí quedaban sus anhelos y sus ganas de seguir cada vez que ella se acercaba a Camille con la intención de sonsacarle un solo beso, pero no conseguía más que un desprecio.

Ambas sabían que la situación no daba para más, que debían ponerle término a la situación porque las estaba matando lentamente, aunque Camille era una mujer fuerte, nada parecía afectarle, en cambio Isabella sentía como todo su ser se desvanecía en el silencio.

Una vez más, Isabella tomó valor, titubeó un poco, tragó saliva e intentó apaciguar a los dinosaurios que vivían en su estómago y que se alimentaban de sus miedos... movió lentamente su mano, alcanzando el hombro de Camille que dormía a su lado, entreabrió sus labios y con la voz algo descoordinada pudo decir con esfuerzo un pobre: “aun te amo”... Esperó... pasaron 2,3,4, 7 segundos interminables y ninguna respuesta. Insistió acariciando el hombro de su amada, pero ésta no esbozó movimiento alguno... Casi convencida de su fracaso, Isabella retomó su posición inicial y aunque intentó ser fuerte (ya que Camille odiaba verla llorar), no pudo contenerse y una lágrima bajó muy lento por su mejilla. De pronto, en la oscuridad de la noche y el silencio de su agonía, Isabella escuchó un “yo también te amo aun” que le devolvió los colores a su vida, entonces los dinosaurios de su estómago comenzaron a danzar con más fuerza que nunca, pero ésta vez no se alimentaban de miedo, ésta vez sólo había esperanza. Los ojos de Isabella se cerraron y en sus labios volvieron a dibujar una sonrisa, ahora ella podía dormir tranquila, pues aun había un rayito de esperanza, aun podía luchar por Camille.
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"La medicina, el derecho, el comercio, la ingenieria son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida, pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son las cosas que nos mantienen vivos"

...que de bueno hay en esto? Respuesta: Que tu estas aqui, que existe la vida y la identidad, que prosiga el poderoso drama y que tu puedes contribuir con un verso.